Trastornos Alimentarios
María Elena Frausto Castorena
Cristóbal Humberto Arellano Robles
Aunque es común hablar
de anorexia y bulimia, por el impacto personal, familiar y mediático de estos
trastornos; existen otros problemas relacionados con la conducta alimentaria
que pueden también generar graves problemas físicos y psicológicos.
Diabulimia:
Consiste en una reducción intencionada de las dosis de insulina, en los
diabéticos, con el fin de bajar de peso de manera intencionada. La insulina es
la hormona que regula el metabolismo de los distintos nutrientes, en particular
el de los hidratos de carbono o azúcares.
Este nuevo trastorno conocido como “diabulimia” se fundamenta en
seguir la disciplina alimentaria y, sobre todo, el control de la insulina que
debe llevar el diabético, para perder peso, ya que uno de los signos comunes
que preceden al diagnóstico de la diabetes tipo 1 es la pérdida de peso a causa
del desequilibrio hormonal que padecen. Al carecer el organismo de la
suficiente insulina no puede aprovechar todos los azúcares; por consiguiente,
el aporte energético es menor y de ahí la pérdida de peso.
Aunque el término “diabulimia” puede parecer que comparte las
conductas de una bulimia nerviosa (comer en abundancia para después purgarse y
compensar así el exceso de calorías ingeridas), los signos de identidad son
totalmente distintos.
Drunkorexia: Seguir una dieta de
adelgazamiento supone considerar todos aquellos alimentos que, por su elevada
carga energética, deben ser limitados para no exceder de las calorías
adecuadas. Los dulces, galletas, patatas fritas, etc. están más o menos prohibidos,
pero existen también bebidas azucaradas y con alcohol.
Debe tenerse en cuenta que un gramo de alcohol o etanol aporta
aproximadamente 7 kilocalorías. Con ayuda de una fórmula sencilla para
determinar los gramos de alcohol exactos de cada bebida y de unas tablas de
composición de alimentos, se pueden estimar las calorías derivadas del consumo
de distintas bebidas. Por ejemplo: una lata de cerveza (330 ml) supone para el
organismo un aporte de alrededor de 110 calorías; un vaso de vino (125 ml),
unas 80 calorías y un combinado supera las 200 calorías.
La tendencia a dejar de comer durante horas o apenas comer
durante el día para compensar las calorías ingeridas con las bebidas se está
extendiendo entre la gente joven.
Geofagia: Es el trastorno de Pica
más estudiado y consiste en la apetencia por comer tierra. No se conoce el
origen de este deseo aunque algunos estudios lo han relacionado con
personas que padecen retraso mental, niños y mujeres embarazadas. La razón
principal podría ser la falta o deficiente asimilación de minerales como el
hierro, el zinc o la sensación de saciedad que produce en dietas para reducir
peso.
Hiperfagia: Se trata de un aumento
considerable de la sensación de tener apetito con la consiguiente ingesta
descontrolada de alimentos, aunque no presente una razón aparente. Este deseo
suele aparecer aún después de haber comido normalmente.
Ortorexia nerviosa: Se
caracteriza por una obsesión por la comida “sana” y la dieta, llegando a
interferir en la vida cotidiana de la persona, eliminándose de la dieta todos
los productos que no sean naturales y sanos como: carnes, grasas, alimentos
procesados o preparados, comida rápida, etc. Retirar algunos productos de la
dieta suele ocasionar problemas en el organismo al no recibir todos los nutrientes
que necesita. Por ejemplo, prescindir de los lácteos puede conducir a una
deficiencia de calcio, necesario para los huesos, músculos y sistema nervioso.
En cuanto a la carne priva al organismo de una fuente importante de proteínas y
hierro cuya falta facilita la anemia, con la consiguiente falta de energía,
problemas respiratorios y baja concentración.
Por supuesto, se conocen las características de diferentes
adicciones como el alcohol, drogas, sexo, incluso a ir de compras, pero la Ortorexia
es otro tipo de adicción que se presenta por diferentes causas como el estrés o
la depresión y a la que debería prestársele mucha atención. Además de la
estricta dieta se combina con rutinas o tablas excesivas de ejercicio, lo que
debilita aún más.
Pagofobia: Es el nombre que recibe
el trastorno y consiste en unos deseos irrefrenables de comer hielo. Puede
deberse a diversas causas, por síndrome de pica, alteraciones neurológicas y/o
mentales o, sencillamente, por placer.
Es conveniente descartar otro tipo de enfermedades como: erosión
esofágica, (reflujo, vómitos repetidos, bulimia, etc.). Comer hielo disminuye
el dolor estomacal.
Permarexia: Nuevo
desorden alimenticio que todavía no se encuentra catalogado como patología o
enfermedad y que suele darse con mayor incidencia entre la población femenina.
Este desarreglo recoge ciertas particularidades, una mujer que
sufre permarexia realiza un régimen continuado de adelgazamiento pero no deja
de comer ni tampoco se provoca el vómito. Sin embargo, su pensamiento se centra
en lo que está comiendo llegando a límites extremos.
Por lo general, suelen acompañar su alimentación con suplementos
vitamínicos. También, suelen utilizar diversos productos diuréticos y con
fibra. Las permaréxicas creen ser especialistas en nutrición considerando
que realizan lo más adecuado para su organismo.
Uno de los peligros a los que se enfrentan es que pueden
abandonar su dieta repentinamente con la rápida recuperación de los kilos
perdidos. A ello debemos añadir el continuo estado obsesivo asociado a
nerviosismo, estrés, etc.
Pica o Alotriofagia: Se
caracteriza por un deseo compulsivo de comer, masticar o lamer artículos no
alimenticios o con carencia de elementos nutritivos. Estos pueden incluir:
tiza, papel, yeso, pintura, bicarbonato de sodio, almidón, pegamento, moho,
hielo, granos de café, cigarrillos, cenizas e, incluso, heces de
animales. Estas personas son incapaces de distinguir los alimentos de los
que no lo son.
Para poder diagnosticar el trastorno de pica, es necesario que
esta conducta se prolongue durante un mes como mínimo. Se suele dar más en
niños de edades comprendidas entre uno a seis años, aunque también puede
aparecer en franjas de edades más adultas.
Este tipo de trastorno está estrechamente relacionado con la
presencia de altos niveles de desnutrición, anemia o desordenes
obsesivo-compulsivos que, por supuesto, pueden llevar a posibles problemas de
salud (intoxicaciones).
Polifagia: Aumento anormal de la
necesidad de comer debido a ciertos trastornos psicológicos o a alteraciones
hormonales. Entre las patologías desencadenantes de este trastorno encontramos:
bulimia, hipertiroidismo, hipoglucemia, ingesta de algunos relajantes
musculares, así como el síndrome premenstrual y otros. También es una de los
principales síntomas de la diabetes mellitus.
Potomanía: Se clasifica dentro de los trastornos alimenticios de tipo
cualitativo, en la subcategoría de exceso y se centra en un deseo de beber
grandes cantidades de líquido.
Rumiación
o Mericismo: Trastorno alimenticio
consistente en la regurgitación repetitiva, enviando a la boca alimentos que ya
se encuentran en el estómago, con la posterior masticación de los mismos.
Para poder diagnosticarlo, se debe haber realizado idéntico
proceso durante al menos un mes. Una de las características peculiares del
trastorno consiste en que la persona que lo padece no lo ve como algo
desagradable, sino que lo contempla como placentero.
Este trastorno suele iniciarse a partir de los 3 meses de edad
y, por lo general, después de haber comido de forma adecuada. Lo habitual pues
es que se presente en bebés y raramente en adolescentes.
Este problema se asocia a una falta de estimulación, rechazo o
estrés.
Síndrome del
comedor nocturno: Se caracteriza por una ingesta diurna escasa de alimentos o
inapetencia y un aumento anormal del apetito o polifagia durante la noche (a
menudo asociadas con insomnio y lesión en el hipotálamo).
Este desajuste en la sincronización de la ingesta de alimentos
quizá no tendría mayor importancia a no ser por los efectos no deseados de
dicha conducta, ya que debido a las frecuentes visitas a la cocina se propicia
un estado de insomnio altamente perturbador y que, seguro, va a influir en un
bajo rendimiento al día siguiente, además de unas digestiones recurrentes que
en nada han de beneficiar al funcionamiento correcto del organismo.
Se diferencia
de la bulimia en que no se producen comportamientos de
eliminación de lo comido (vómitos provocados, laxantes, diuréticos) Además, en
la bulimia se suele comer de forma compulsiva y en este trastorno se recurre a
pequeñas y frecuentes ingestas de alimentos.
También se
diferencia del trastorno por “atracón”, a que la persona intenta compensar o
calmar la ansiedad y canalizar la euforia mediante comidas muy copiosas, a
cualquier momento del día.
Tragorexia: Se
trata de un
trastorno no muy común caracterizado por un aumento grave de peso originado por
un apetito insaciable y compulsivo. Estas personas sufren una distorsión de su
cuerpo que les lleva a la creencia de que el aumento de peso les hará parecer
más saludables, aunque la realidad y llegados a un extremo pueden padecer
enfermedades cardíacas.
Trastornos
alimentarios no especificados: Se trata de unos
trastornos que afectan a personas del sexo femenino que sufren anorexia, pero
que todavía tienen el período y que pueden incluso presentar un peso adecuado,
pero que tanto sus pensamientos como comportamiento son anoréxicos o una
combinación de conductas bulímicas con otro tipo de trastorno de conducta
alimentaria
Vigorexia: Es un trastorno representado por una preocupación obsesiva por
el físico junto con una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia).
Implica una adicción a la actividad física para desarrollar la musculatura.
A esta exigencia se suma una dieta poco equilibrada en la que se
consume una cantidad excesiva de proteínas y carbohidratos que pueden ocasionar
alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico ingiere
esteroides.
Por supuesto, la obsesión de estas personas por su cuerpo les
lleva a pasar largas horas en el gimnasio o practicando ejercicios adecuados a
conseguir su propósito, lo cual puede resultar en un considerable
aislamiento social.
Se diferencia de la bulimia en que no se producen comportamientos de eliminación de lo comido (vómitos provocados, laxantes, diuréticos) Además, en la bulimia se suele comer de forma compulsiva y en este trastorno se recurre a pequeñas y frecuentes ingestas de alimentos.
También se diferencia del trastorno por “atracón”, a que la persona intenta compensar o calmar la ansiedad y canalizar la euforia mediante comidas muy copiosas, a cualquier momento del día.
Tragorexia: Se trata de un trastorno no muy común caracterizado por un aumento grave de peso originado por un apetito insaciable y compulsivo. Estas personas sufren una distorsión de su cuerpo que les lleva a la creencia de que el aumento de peso les hará parecer más saludables, aunque la realidad y llegados a un extremo pueden padecer enfermedades cardíacas.
Trastornos alimentarios no especificados: Se trata de unos trastornos que afectan a personas del sexo femenino que sufren anorexia, pero que todavía tienen el período y que pueden incluso presentar un peso adecuado, pero que tanto sus pensamientos como comportamiento son anoréxicos o una combinación de conductas bulímicas con otro tipo de trastorno de conducta alimentaria
Vigorexia: Es un trastorno representado por una preocupación obsesiva por el físico junto con una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia). Implica una adicción a la actividad física para desarrollar la musculatura.
A esta exigencia se suma una dieta poco equilibrada en la que se consume una cantidad excesiva de proteínas y carbohidratos que pueden ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico ingiere esteroides.
Por supuesto, la obsesión de estas personas por su cuerpo les lleva a pasar largas horas en el gimnasio o practicando ejercicios adecuados a conseguir su propósito, lo cual puede resultar en un considerable aislamiento social.
Vídeo sobre la anorexia y la bulimia:https://www.youtube.com/watch?v=EEyGUoKz71Y
Yo pienso que la anorexia y la bulimia se pueden controlar si se tratan a tiempo y tambien depende de la persona, porque hay niñas que quieren ser igual que las modelos y dejan de comer sanamente y se vuelven flacas y las bulímicas ven de una forma diferente su cuerpo y eso esta mal porque ellas deben de respetar su cuerpo y quererse así misma.
Fuente:
http://trastornosalimenticios.org/pica-vigorexia-potomania-ortorexia/